Aquel 19 con MOLOTOV en el trópico Rock





El promocionado concierto joven de la Feria de Cali, fue un estallido visceral en la temporalidad de la Calicalentura. Una ceremonia del deseo, una catarsis del alma en el coliseo Evangelista Mora. Una febril cofradía electrocutada por Molotov, con su eterna atorrancia y el desmadre explosivo de sus pinches canciones de sátira y denuncia. Una celebración potente, desprolija y callejera, de 20 años de embriagada vida artística en las barricadas sonoras, adictivas y delirantes del rock latino. 

 Por El Zudaca (Nòmada urbano)
Cali, Colômbia,

 Advertencia “ Necesitamos un poco de veneno en las calles, necesitamos rock and roll en el aire, en la lluvia, necesitamos que abran los bares al medio día, necesitamos que las mujeres anden desnudas por la calle, necesitamos que haya más aves en el cielo, que haya más caballos transparentes en la luna, necesitamos que la gente se dé más besos en los parques, necesitamos que la gente haga el amor sobre la hierba húmeda y que cuando lleguen al orgasmo sus cuerpos se llenen de florecitas amarillas, necesitamos que llueva whisky del cielo “. (Zoológicos urbanos. Historias mutantes de Rafael Chaparro Madiedo).

Las carcajadas vaguemias en la tostadopolis Cali, laberinto urbano de Buziraco. Una ciudad donde las llamaradas solares destrozan las pieles de sus habitantes. Sus calles son una maraña de feminicidios, canciones, tatuajes, vinilos, robos, peches, porros, botellas rotas, bolsas de texter, bicicletas, barristas escarlatas, raperos, graffiteros y malabaristas, hospitales públicos en estado de coma, asesinatos de dealers y raponeros, lobas demoníacas, políticos corruptos, profesores arrechos, artesanos trabados, estudiantes rebeldes, almas frágiles, espíritus salseros y aletosos, y algunos cuantos devotos melómanos del rock, convocados por los 4 jinetes del Apocalipsis: Micky, Paco, Tito y Randy, a un recital delirante en el corazón de San Fercho, atrás de la popular, en pleno día del hincha americano, y cuarta noche de novena navideña.

Rueda de prensa en un sótano de Hotel “El concierto es un momento irrepetible, que apreciamos cada vez mucho màs por el desahogo. Llevamos 20 años diciendo lo mismo, desde los tokines en Rockotitlan, y mañana vamos a decir lo mismo, porque desde el 95 no han cambiado muchas cosas, con temas sociales como Gimme the Power. Cali es buena vibra, buena pachanga y buena peda. Es un público chingón, y es envidiable terminar la gira aquí. Nosotros también somos salseros, pero en los tacos “ Molotov, con unos cuantos vinos y birras en el alma.

La vida es una tómbola Ya lo saben gente, la vida es un disparo que nunca da en el blanco, me lo dijo el Pájaro Speed y su banda de corazones maleantes. Se suponía que el evento organizado por Rebuena Onda producciones, junto a Ev Backline y Calibre, se llevaría a cabo en la plaza de tortura de Cañaveralejo, en el marco del Agua Remaldita Tour 2015, que pasó por Chile, Argentina, Uruguay, Perú y remataba en Lokombia, pero en la ciudad donde reina la cultura canalera, casi nadie quiere pagar por una boleta de una banda legendaria del rock latino, así se presenten también otras bandas caleñas como Super Litio, Don Palabra y Desnudos en Coma.

Somos una provincia reguetonera que ama la gratuidad en la música popular, afroantillana, folklórica y alternativa. Seguimos en pleno proceso de formación de públicos, en una ciudad donde llevamos 8 años discutiendo y concertando un borrador de políticas culturales. Sad but true. Punto de giro en el guión, y cambio de escenario. Quiso entonces la lógica de la economía de la producción, que el concierto se llevara a cabo en el Evangelista Mora y que aproximadamente unas 1.900 almas trashumantes serpentearan el asfalto, atraídos por los mantras que escupen dos bajos, una guitärra y una baterìa: “Aquí la raza pura es la pura raza. Molotov está en la casa. Voto Latino para la igualdad de razas. Dame, dame, dame, dame todo el power, para que te demos en la madre. Subieron la mota también el alcohol. Puto, él que no brinque, èl que no salte“. Animo Delincuencia A pesar de los predecibles problemas en la acústica, fuimos presos del reencuentro festivo en el pogo, con las acidas líricas de una banda que irrumpió en el corazón sonoro de América Latina a finales del siglo XX, con un volcán de canciones que vomitaban rocknroll, hard core y rap.

La transgresión, humor, ironía y sarcasmo de sus acordes impetuosos no tardaron mucho tiempo en convertirse en emblema de una cultura juvenil inconforme y en permanente ebullición, que encontraba en el rock un lenguaje identitario, una distorsión impecable, para expresar las hibridaciones, mestizajes y sincretismos culturales, de las sensibilidades urbanas, que bebían también el zumo de Red Hot Chili Peppers, Rage Against The Machine y The Beastie Boys. Molotov. Una banda que nació en la tierra de Mad Max, Zapata y el Chapo Guzmàn, para incomodar al poder político, también al mediático, al imperial, al de los prejuicios sociales..

Su obra artística, de 7 discos y miles de conciertos, es el espejo distorsionado de una generación latinoamericana atrapada entre la corrupciòn y el desempleo, aunque su auténtico espíritu no esté ni en la denuncia ni mucho menos en el realismo social, sino en la urgencia por revelar y reivindicar una estética rocker, que no está casada ni con los de arriba, ni con los de abajo, ni con la derecha ni con la izquierda. Una banda chingona para sonorizar la tragicómica existencia de los marcianos urbanos de un continente en permanente crisis socio económica, por la tiranía del mercado y donde la revolución no será televisada. La vida està en el camino, en este mundo material que simplemente es pasajero Salud!!.

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