Unirock Alternativo 2016



Por Zudaca boy

Fotogramas outsiders de una ceremonia vaguemia, donde conjuramos el poder combativo del rock, para cantar, caminar y tejer sueños colectivos, por las esquinas, calles, parques, y avenidas alucinantes, donde se cruzan la vagancia, la bohemia y la academia, para electrizar los corazones de nuestra villa tropical, con el beat pachanguero y global de Manu Chao y sus músicos de la banda La Ventura.

“El sistema aplaude la infamia, si es exitosa, y la castiga si fracasa. Recompensa a quien roba mucho y condena a quien roba poco. Invoca la paz y practica la violencia. Te predica el amor al prójimo y a la vez te obliga a sobrevivir devorándolo. El lenguaje esquizofrénico alcanza uno de sus más perfectos momentos de locura cuando confunde la libertad del dinero con la libertad de la gente; así identifica lo que está en contradicción, abierta contradicción que el simple sentido común y cualquiera puede darse cuenta de que esta locura no es inocente."

Eduardo Galeano (Nosotros decimos no)

Beat generation conexión en la aldea global 

 Hace varios años que los mantras literarios de Jack Kerouac, agitan mis pasos rizomaticos por las carreteras implacables del presente, porque: “La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde… “. La táctica trashumante de perseguir con fanzines, documentales y sound system callejeros, la furia festiva de Manu Chao y La Ventura, bajo los cielos laranjas del planeta trampa, me enseñaron el ancestral poder de la magia, de la conexión de mundos míticos, y redescubrirme como hijo de Eleguaa.

Soy una raya en el mar, fantasma felino de la ciudad, que siente con rabia el vacío de vivir en un país de corruptos, en un país de violentos, en un país donde se están robando el agua, y desplazando sus culturas aborígenes y raizales. Caminando por las ciudades del señor matanza, encontré mi oficio como cronista satelital, para narrar desde una mirada joven y fresca el amplio tema del mestizaje, como experiencia de resistencia cultural expresada en la música y algunas propuestas alternativas frente la globalización neoliberal, para combatir las absurdas barreras del racismo, el sexismo, la xenofobia, las fronteras y el capitalismo agresivo que gobiernan la Babylonia globalizada. Burning and Looting. Babylon Must Fall. Power of the people. On the road. Time wil tell. Comunidades emocionales y Conciencias colectivas en el tròpico rebelde En el universo efímero, delirante y posmoderno del rock caleño, plagado de dimensiones desconocidas entre sus ghettos estèticos, bandas que nacen, mutan y se desintegran, emprendedores quijotescos y tostados, públicos radicales, inadaptados, contestatarios, carnavalescos, introspectivos, y faranduleros, la VIII edición del Festival Internacional Unirock, celebrada los días 17 y 18 de Marzo, seguramente tendrá un lugar especial en su memoria colectiva y sicotròpica, como una histórica ceremonia del deseo que hizo catarsis, ruido, barricada y emancipación durante dos días, en el espacio social, político y cultural de la Universidad del Valle, a pesar de las dificultades que asedian habitualmente a la escena rockera en el trópico, como este terrible momento de recesión económica, el acoso de las rapiñas que dicen defender los derechos de autor, y el escaso apoyo de la Administración Municipal e inversión empresarial a un sector, cuya utilidad no se puede medir totalmente en cuadritos de excell, y como bonus track, los inconformes y saboteadores que se quejan por tener que comprar una boleta, en este intrincado y conflictivo ecosistema cultural alternativo.

La madrugada del jueves 17 de marzo en la Calicalentura, nos sorprendió con tremenda lluvia, la cual presagiaba el aquelarre de fuerzas sonoras del lenguaje rock que abrirían la jornada que tendría como invitado especial al Señor Esperanza, alter ego de Oscar Tramor, quien regresaba a la urbe de Buziraco, con sus infinitas calles sonoras de alegre rebeldía, luego de una gira que había comenzado en el mes de febrero en una Argentina atrapada por las fuerzas derechistas del Macrismo, y que Manu pudo sentir en ciudades como Mar del Plata, Neuquén, y Buenos Aires entre otras. Luego como se ha vuelto tradicional, marzo es el mes manuchaesco por excelencia en Lokombia, y su nueva visita incluyò en esta ocasión a Medellìn, Bucaramanga, Bogotà, y Manizales. La sucursal de la vaguemia amaneció con ruidosas consignas de justicia social propagadas por sus principales arterias urbanas. Activistas y trabajadores se sumaban a la jornada de paro cívico nacional, convocadas por las centrales obreras y organizaciones estudiantiles, sociales y populares contra el gobierno de Juan Manuel Santos. Mientras tanto el trip rocker comenzó en la Cinemateca de La Tertulia con proyecciones, charlas académicas y conversatorios relacionados con el periodismo, el rock, el documental, el makin off y el video clip como estrategias comunicativas de memoria y ciudad.

Por la tarde las masas juveniles buscaron las canchas de la Universidad del Valle, seguramente motivadas por ese estado privilegiado de comunicación con la utopía, y su insurgencia la manifestación recurrente de su persistencia. Fueron llegando al campus de Meléndez, sin importar las agresivas ráfagas solares que acompañaban las primeras bandas que desfilaron por la tarima central, como el furioso hard core de JDHK, hasta que llegó el flow honesto y potente del Mc Profeta de la banda local Don Palabra, que encendió los ánimos del público al felicitar a los marchantes del paro nacional, y nos exhortó a seguir en la defensa del Hospital Universitario del Valle. La adrenalina siguió increscendo cuando invitó a sus parceros el Loco y Anthony, de la crew de hip hop IGZ. Puro Rap de la Comuna 20. Mensaje. Conciencia. Flow y Movimiento. Fusiones tribales y Alianzas creativas caracterizaron la presentación de Don Palabra, acompañados en un par de temas por los vientos de Mama Julia y Los Sonidos Ambulantes, y el Callehueso. Luego Los Bombillos Peludos, Los Hot Pants, Vulgarxito, Costa Fría, y Señor atómico compartieron sus paisajes sonoros a la marejada eléctrica y musical, que explotó cuando entraron a escena Manu y sus parceros inseparables de La Ventura, los guerreros esperados por el público presente, para ser invadidos por sus músicas de alegre rebeldía y unas visuales energéticas.

En ese instante los sonidos de los cuerpos, las palabras y los elementales, nos convirtieron en el viento que baila y que canta insurrecciones libertarias, compartiendo nuestros miedos, temores, amores y utopías con otrxs subjetividades y colectividades que siembran plantas de poder y autogestionan sueños multicolores, con la poesía y la política de los afectos, donde los sueños caminan con la banda sonora de Manu Chao, así nos sigan engañando con la primavera, el viento viene el viento se va por la carreteraaaaa. Ese momento era único para la memoria sonora univalluna, en esa permanente búsqueda de la canción manuchaesca, que sintetiza el estado del mundo y el baile del barrio combativo, contra la bestia que saquea y roba nuestras selvas con la hegemónica ficción del libre comercio, que estrangula a los países pobres.

Nos encontramos en la Universidad del Valle, para fumarnos las melodías de sus canciones eternas y tomarnos por asalto a la noche con muchas bengalas de la fervorosa tribu escarlata y la hinchada de los cantos, que avasallò con su aguante futbolero cuando sonò la canción dedicada al pelusa Maradona. Un clímax galáctico de respirar juntos una bocanada de libertad que regalaba la lluvia pertinaz y nos reflejaba como almas etéreas para encender pequeños faros de resistencia alrededor del planeta trampa, donde Manu visiblemente emocionado por tanta calidez en su recibimiento, no dudó en revindicar el aguante de la gente, dedicando el concierto “a todos los que murieron asesinados por defender el agua, por defender los territorios “. Luego ocurrió lo que el panasonico Kontra, definió como la sorpresa de la ceremonia multicultural, cuando Manu le dio la voz a la calle, con la invitación al escenario al poeta Hugo Caicedo, la leyenda viviente de miles de batallas en el underground caleño, y ahora en una búsqueda hacia luces más armónicas. Telex. Trauma. El Puto amo de la anarquía. Te lo digo de lo canto. Fuera Monsanto. Una gran nostalgia lo atraviesa todo y lo colorea sin filtro. La ciudad exorcizando sus penas, errores y sembrando nuevas vibraciones para enfrentar las cotidianidades con más poder espiritual en el asfalto.

Vox Populli / Paz, resistencia y baile 

“Me gustan sus letras porque me parecen muy poéticas, donde se revelan las condiciones de los inmigrantes, de los marginales de las ciudades, de una población planetaria que està al margen económico y que vibra con la música, y que este aquí me parece bonito, y me ratifica la presencia de la poesía en la propuesta como grupo”. Jorge Iván Cardona. “Manu Chao desde Francia se viene la rumba desde Barcelona a Cali. Ni policías, ni restricción, solo licor, vareta, y puro rockn roll hijueputa”. Vj Balkazar “Le damos una vez más las gracias a Manu Chao. Para que hagamos público que no queremos más la quema de caña en nuestro territorio. Fuera la minería ilegal de nuestro territorio. ¿Dónde están los estudiantes que se rebelan contra el sistema'?. Que vivan los defensores y defensoras de derechos humanos. Queremos la paz para nuestros pueblos, para la naturaleza, para el territorio. El territorio es la vida, y la vida no se vende. Se ama y se defiende. Resistencia Resistencia Resistencia”. Francia Marquez “Viva Zapata, y en el futuro siempre estoy al frente”. Luis, el cucho Mano Negra. “Me siento lisérgica, ontrip, caminante “. Malicia enjundia presente. “No lo dejo cerrar no lo dejo cerrar el hoospital del vaaalle por un gobierno neoliberaaaal. No lo dejo cerrar no lo dejo cerrar el hoospital del vaaalle por un gobierno neoliberaaaal “.

 El espectáculo neotribal callejero de las metrópolis se caracteriza por la fluidez, las convocatorias puntuales y la dispersión. Los conciertos nos invitan a la desmesura dionisiaca y los orgasmos sónicos. Así algunos seres de la logística del festival no comprendan nuestros comportamientos orgiásticos en el pandemónium cultural, y debo publicar la agresión autoritaria de la cual fui víctima como célula narrativa a la deriva en Unirock, por parte de algunos miembros de la logística, cuando intentaron sacarme de la zona de prensa, por una supuesta invasión a un territorio no permitido, cuando la realidad es que el hacinamiento en esta latitud fue terrible, en una medida absurda e incoherente con la naturaleza del festival. Menos mal la buena vibra siempre sobrevive a las lógicas del abuso de la fuerza, y pude resistir a los embates de los lobos, con la solidaridad de Malicia Ontrip, algunos colegas de la comunicación alternativa y barristas del BRS.

Somos un movimiento alternativo en permanente ensayo y reinvención de la vida. Un viche pal espíritu cronista, y celebrar que la libertad sin socialismo es privilegio, y el anarquismo sin libertad es tiranía. La radio zudaca siguió persiguiendo las ondas rebeldes al otro día, el viernes 18, sumando estados alterados con otras experiencias vitales y auténticas, donde la endiablada danza rocker del pogo, tuvo efectos curativos en una comunidad que se encontró desde su diversidad y alteridad, en la tómbola de la vida, con propuestas mestizas ya consolidadas en nuestra geografía como Mama Kunk , Skaparate, Cinco sentidos, y bandas caleñas como Hotless, Japy Lora,

Don Gato que alegraron la tarde. El Festival Unirock volvió a ratificar todos sus avances en la gestión de procesos culturales ligados a la circulación internacional, y nos regaló un orgiástico set de sonidos emergentes, en la cartografía del continente como los panameños de La Tribu, y su abanico de sonemas y danzas herederas de su etnia aborigen kuna, mezcladas con el beat del rock. También fuimos aniquilados por los cuates revoltosos y tremendamente fiesteros de Salón Victoria y sus pentagramas de sabroso ska y la grata presencia de una banda como Tendencia, proveniente de la isla de la revolución, Cuba, y que rompió todos los esquemas con un sonidero pesado y tropical, metal mestizo e invocaciones a la gran deidad orisha Obatalá. La experiencia de trance colectivo del Unirock nos lleva a experimentar , lo que escribió William Ospina en su libro Los Nuevos Centros de la esfera: “Hoy el porvenir de las culturas del mundo no está en que se aíslen y se encierren en la ilusión de una tribu, sino en que entren en un diálogo amplio y múltiple que demuestren cuán capaces son de convivir, cuán capaces son de alimentarse recíprocamente y cuántos recursos singulares hay en ellas para la formación de una verdadera cultura mundial que no sea negación sino coexistencia, que no sea imposición sino diálogo, que no sea amnesia y locura sino el rumor profundo de muchas tradiciones reconociéndose en su común significado humano y planetario “

Fonte: www.unvolcánkaóticoysonoroderockritualymito.com

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